sábado, 7 de agosto de 2010

Cátedra Divina 167


De muchos corazones se eleva hacia Dios esta pregunta: Señor, ¿El dolor que aflige a este mundo, se prolongará por siempre? A lo cual el Maestro les contesta: no, mis hijos muy amados, vuestro dolor desaparecerá cuando lleguéis a encontrar el verdadero amor.

Aunque mucho se habla de amor en la Tierra, en realidad no existe entre vosotros. Hay quienes lo fingen, otros lo confunden con un sentimiento egoísta y otros con una baja pasión. Reina la falsedad en el corazón humano, impera la mentira, se finge amor, amistad, caridad. La mala hierba ha crecido y se ha extendido por doquiera y sólo el fuego del dolor será el que llegue a exterminarla.

Ese fuego lo encenderán los hombres con sus guerras de ideas, credos, filosofías y ciencias; es la guerra que se está aproximando a grandes pasos. Ahí, en ese fuego que será encendido por sus propias ambiciones, pasiones y odios, encontrarán su purificación. Así lo han querido, así lo han exigido.

¿Cómo va a ser posible que los hombres se amen como hermanos, si no han llegado a limpiar su corazón? Es menester una gran prueba en el mundo para que de ella salgan limpios, porque el dolor purifica.

También os digo: los hombres deben creer en los hombres, tener fe y confianza unos en otros, porque debéis convenceros de que en la Tierra todos necesitáis de todos.

No creáis que me halaga cuando decís que tenéis fe en Mí y sé que dudáis de todo el mundo, porque lo que Yo espero de vosotros es que me améis a través del amor que prodiguéis a vuestros semejantes, perdonando a los que os ofenden, impartiendo caridad al más pobre, pequeño o débil, amando a vuestros hermanos sin distinción y poniendo en todas vuestras obras el mayor desinterés y verdad.

Aprended de Mí que jamás he dudado de vosotros, que tengo fe en vuestra salvación y confianza en que os levantaréis para alcanzar la verdadera vida.

Aunque en el exterior haya mucha falsedad en las obras de los hombres, no hay uno en cuyo interior no exista una parte de verdad. Esa parte es la chispa de la luz espiritual que lleva en sí, es mi presencia divina, destello que interiormente lo va iluminando. Yo haré que esa luz que es mía, brille en cada corazón y que su reflejo se manifieste en cada una de vuestras obras.

Quiero que viváis en la verdad, y para ello es preciso que muera todo el mal. Los que estéis conscientes de la hora que se avecina, velad y orad desde hoy, anunciad como profetas a vuestros hermanos esa batalla, para que se preparen y no desesperen en los instantes de amargura durante la lucha que se avecina.

Estad convencidos de que todas las tierras fructificarán cuando estén preparadas, mi semilla está pronta a descender sobre ellas. Cada ser humano será una planta que florezca y dé frutos de amor, cumpliendo así con el destino de todo lo creado.

En el reino vegetal existen plantas parásitas, inútiles; no imitéis su ejemplo.

¿Sabéis por qué el Padre espera de vosotros únicamente frutos de amor? Porque la semilla de vida que puse en cada criatura, la Simiente original, fue el amor.

Si a veces, como sucede en las plantas, os habéis secado aparentemente, si os habéis marchitado por momentos o habéis sentido la angustia de la sed, no es porque el agua de mi gracia os haya faltado. Mi fuente de amor se ha desbordado eternamente sobre todo espíritu y sobre todo corazón cual riego de vida. Pero estas plantas humanas, dotadas de espíritu, poseen libre albedrío y a causa del mal uso de ese precioso don, se alejan de aquella gracia divina, que es lo único que puede salvar y fortalecer el espíritu. ¡Cuán distintos sois de las plantas de la Tierra que siempre sumisas en su sitio, reciben cuanto venga de la caridad de Dios!

Todos creéis haber amado en vuestra vida, y Yo os digo: Ha habido quienes han amado verdaderamente, mientras que otros, confunden las pasiones y el egoísmo con el amor.

La lección perfecta os di a través de Jesús. Analizad mi paso por el mundo en cuanto hombre desde el nacimiento hasta la muerte y tendréis explicado el amor en forma viva y perfecta.

Yo no vengo a pediros que seáis iguales a Jesús, porque en El hubo algo que vosotros no podéis alcanzar; Ser perfecto en cuanto hombre; ya que quien estuvo en El fué el mismo Dios en forma limitada, pero si os digo que debéis imitarle.

06-167.17 Mi Ley eterna os ha hablado siempre de ese amor. Os dije en los primeros tiempos: "Amarás a Dios de todo corazón y espíritu", "amarás a tu prójimo como a tí mismo".
06-167.18 Más tarde os di estas inspiraciones: "Amad a vuestros hermanos como el Padre os ha amado", "amaos los unos a los otros".
06-167.19 En este tiempo os he revelado que améis a Dios antes que a todo lo creado, que améis a Dios en todo lo existente y a lo existente en Dios; que practiquéis caridad y más caridad con vuestros hermanos para que veáis al Padre en todo su esplendor, porque la caridad es amor.
06-167.20 Nunca como ahora ha estado el hombre en condiciones de amarse a través de un culto espiritual, libre de impurezas. Los tiempos paganos y del gentilismo han quedado distantes; la idolatría, que ha estado presente en todos los cultos y en todos los tiempos, ha fatigado con su materialismo y su falso esplendor a los espíritus.
06-167.21 Están próximas las generaciones que hagan surgir el culto espiritual a mi Divinidad por todos los puntos de la Tierra, y cuando ese culto llegue a establecer un reino de paz y de luz entre la humanidad, el fanatismo religioso desaparecerá de los hombres, porque en la espiritualidad no tienen cabida las pasiones ni la ignorancia.
06-167.22 No porque miréis extenso el camino os detengáis pensando que nunca llegaréis al final; seguid adelante, porque un instante que perdáis lo llorará más tarde vuestro espíritu. ¿Quién os ha dicho que en este mundo está la meta? ¿Quién os ha enseñado que la muerte es el fín y que en ese momento podréis alcanzar mi Reino?
06-167.23 La muerte es como un breve sueño, después del cual, ya reparadas las fuerzas, despertará el espíritu bajo la caricia de mi luz, como a un nuevo día que empieza para él.
06-167.24 La muerte es la llave que os abre las puertas de la prisión en que os encontráis al estar adheridos a la materia y es, al mismo tiempo, la llave que os abre las puertas de la eternidad.
06-167.25 Este planeta, convertido por las imperfecciones humanas en valle de expiación, ha sido cautiverio y destierro para el espíritu.
06-167.26 En verdad os digo, que la vida en la Tierra es un grado más en la escala de la vida ¿Por qué no lo entendéis así, para que aprovechéis todas sus lecciones? Es la razón por la que muchos tienen que volver a ella, una y otra vez: porque no comprendieron ni sacaron utilidad de su vida anterior.
06-167.27 En los hombres del mañana habrá tanta espiritualidad y comprensión de la evolución que debe alcanzar su espíritu, que cuando penetren en la agonía y se hallen a un paso de la muerte, consideren ellos y quienes les acompañen en aquella hora, aquel momento como el más hermoso de toda su existencia, aquel que debe ser como la culminación de una vida fecunda y provechosa y puedan decir como su Maestro en la cruz: "Todo está consumado"...
06-167.28 Vengo a hablaros, en tono paternal y con lenguaje sencillo. Llena de misterios esperabais mi nueva manifestación en este tiempo, y grande ha sido vuestra sorpresa al contemplar la sencillez de mis lecciones y la humildad en la forma de hablaros.
06-167.29 Elías llegó como un rayo de luz en medio de una tormenta, seguido de sus huestes invisibles, de sus grandes legiones de espíritus de luz, que lo siguen como las ovejas siguen al pastor; camina abriendo paso a las multitudes, derribando a diestra y siniestra las zarzas y espinas para abrir brecha a los que vienen tras él y uniendo a los espíritus que reconocen en su voz la del Pastor que en este tiempo ha de conducirles hasta Mí.
06-167.30 ¿No recordáis que fue una oveja de Elías la que os dio testimonio de mi presencia y os invitó a uniros al rebaño para seguir la huella del Pastor?
06-167.31 ¡Levantaos, humanidad, encontrad el camino, encontrad la razón de la vida! ¡Uníos pueblos con pueblos, amaos todos! ¡Cuán delgado es el muro que divide un hogar de otro, y sin embargo, cuán distantes se hallan sus moradores unos de otros! Y en las fronteras de vuestros pueblos, ¡Cuántas condiciones para que dejéis pasar el extranjero! Y si esto hacéis entre humanos ¿Qué habéis hecho con los que se hallan en otra vida? Poner entre ellos y vosotros, cuando no el velo de vuestro olvido, el de vuestra ignorancia que es como densa tiniebla.
06-167.32 Cuando contemplo a los moradores de este mundo, veo que todos los pueblos conocen mi nombre, que millones de hombres pronuncian mis palabras y sin embargo de ello, de cierto os digo que no veo amor de los unos a los otros.
06-167.33 Todo cuanto os enseño en este tiempo, y cuanto acontece en el mundo, es la explicación y el cumplimiento de la revelación que por conducto de mi apóstol Juan, hice a la humanidad, cuando habitando mi discípulo en la Isla de Patmos le llevé en espíritu a las alturas, al plano divino, a lo insondable, para mostrarle por medio de símbolos el principio y el final, el Alfa y la Omega y vió los acontecimientos que fueron, los que eran y los que habrían de ser.
06-167.34 Nada comprendió por el momento, mas mi voz le dijo: "Lo que vieres y oyeres, escríbelo" y él escribió. Juan tuvo discípulos los cuales le buscaban en su retiro cruzando en barcas la mar. Ávidamente aquellos hombres preguntaban al que fue discípulo de Jesús, cómo había sido el Maestro, cómo era su palabra y sus milagros, y Juan, imitando en amor y en sabiduría a su Señor, les maravillaba con su palabra. Pero cuando llegó la ancianidad, ya agobiado aquel cuerpo por el tiempo, aún tenía fuerzas para dar testimonio de su Maestro y decir a sus discípulos: "Amaos los unos a los otros". Los que le buscaban, viendo que el día de la partida de Juan se aproximaba, y queriendo poseer toda la sabiduría que aquel apóstol atesoraba, le pedían les revelara cuanto de su Maestro había aprendido, y por toda respuesta escuchaban siempre aquella frase: "Amaos los unos a los otros".
06-167.35 Los que con tanto afán e interés preguntaban, se sentían defraudados y pensaban que la vejez había borrado de su memoria las palabras de Cristo.
06-167.36 Yo os digo, que de Juan no se había borrado una sola de mis palabras; sino que de todas mis lecciones brotaba como una sola esencia aquella que condensa toda la Ley: el amor de los unos a los otros.
06-167.37 ¿Cómo podría borrarse de aquel discípulo tan amado, la lección del Maestro a quién tanto amó?
06-167.38 ¿Acaso sabéis, discípulos de este tiempo, si llegado el año de 1950, último de mi comunicación, también os diga por toda lección: "amaos los unos a los otros"? Todo a vuestro paso os habla de estas lecciones: El árbol, extendiendo su follaje para daros sombra; la flor deshojándose después de que aspiráis su perfume y convirtiendo su sacrificio en deleite vuestro.
06-167.39 Ese es el camino, por eso os he dicho que améis a Dios en todo lo creado y a toda la creación en Dios, porque en todo estoy presente y en todo os hablo.
06-167.40 Miro enfermos a todos los hombres, ya sea del cuerpo o del espíritu. Hombres en cuyo interior sólo se escucha el constante llamado de la conciencia, buscadme como fuente de salud, porque Yo poseo el bálsamo que sana todos los males. Mas para que Yo manifieste mi poder entre vosotros, es menester que me presentéis vuestro corazón limpio de manchas.
06-167.41 Deseáis que Yo derrame mi poder y mis prodigios a vuestro paso, y estoy dispuesto a concedéroslo. El arcano de vuestro Padre sólo espera vuestra preparación para desbordarse en salud, fortaleza y luz.
06-167.42 Hoy mi palabra os cultiva, ella es simiente y es riego a la vez, y mañana, cuando el tiempo sea propicio, vendré a recoger la cosecha de amor, el trigo dorado de mis campiñas.
06-167.43 ¿Os preguntáis por qué siempre estoy corrigiendo vuestras faltas e imperfecciones? Es que vengo a cortar la cizaña y la ortiga que han crecido en vuestro corazón y han ahogado vuestros buenos sentimientos.
06-167.44 Este tiempo es de purificación, no sólo los seres humanos deberán lavar sus manchas en las aguas cristalinas de mi justicia, también los espíritus están sujetos a esta depuración.
06-167.45 Cuando los hombres se encuentren limpios de toda mancha, sentirán que la Tierra se aproxima al Cielo. Esa aproximación será espiritual y os llenar de paz, de confianza y reconocimiento.
06-167.46 Discípulos: Si en vuestro reposo os ocupáis de analizar mi palabra, llegaréis a encontrar en su esencia una completa razón y una justicia infinita. Mi palabra despierta a los hombres a una vida elevada, a una existencia feliz; mas si a vosotros os fue necesario que os hablase bajo esta forma para lograr despertaros, ha habido algunos mundos para quienes no ha sido necesaria la materialización de los espiritual, para despertarlos al cumplimiento de mi Ley.
06-167.47 Los espiritualistas intuitivos, los inspirados, los soñadores, esos me llevan en su corazón sin haber escuchado la palabra que vosotros habéis estado recibiendo, tiempo a que se comunican espiritualmente con su Maestro.
06-167.48 Vosotros los encontraréis en vuestro camino y os sorprenderéis de sus conocimientos en mi Obra; también ellos, cuando os encuentren, se regocijarán al confirmar sus ideas y sus obras, al escuchar vuestro testimonio y vuestras explicaciones; pero que no lleguen a encontrar en vuestros conceptos, prácticas y culto, o en vuestra vida, algo que niegue la espiritualidad de mi Doctrina, porque entonces se alejarán de vuestro camino, con el desengaño en su corazón. Velad y orad, discípulos, para que comprendáis mi lección y la apliquéis en vuestra vida con la misma pureza con que la habéis recibido. Entonces será grande el gozo en vuestro corazón, cuando os encontréis con aquellos a quienes he llamado espiritualistas intuitivos, unos y otros llegaréis a formar en el mundo un pueblo fuerte, que con su vivir y su amor al prójimo, lleguéis a enseñar a la humanidad, el verdadero culto a Dios, y les señaléis también la senda de buena voluntad para vivir en paz en la Tierra.
06-167.49 En la humildad de vuestra oración me decís: "Señor, si vos sois el Supremo Hacedor, y además nuestro Padre, haced de nosotros lo que os plazca. Si está en vuestra voluntad que el dolor sea el que pulimente nuestro corazón, hágase en nosotros lo que haya dispuesto vuestra voluntad. Si queréis que nos purifiquemos antes de que nos confiéis una misión, que sea como vos lo hayáis ordenado".
06-167.50 Son pocos los que así me hablan, mas de ellos me valgo para daros el ejemplo de lo que debe ser vuestra mansedumbre y sumisión ante los mandatos del Padre. Pero a todos os estoy dando mi enseñanza para que lleguéis a ser igualmente humildes y obedientes.
06-167.51 A veces os parecerá mi palabra llena de justicia y tocará la sensibilidad de quienes la escuchan, mas siempre la encontraréis impregnada de una esencia divina, de una gran ternura y caridad infinita, que harán que siempre sea escuchada con deleite y con interés.
06-167.52 Si mi palabra llegara a abrumaros, no la podríais analizar y Yo quiero que meditéis en las divinas lecciones que os enseño, porque el que analiza, se inspira, y el que se inspira en el amor divino, ese ya es mi discípulo.
06-167.53 Oh discípulos espiritualistas, no temáis al cumplimiento de vuestra misión porque no es difícil de cumplir. Con sabiduría os guío por el camino para que no tropecéis, para que ninguno se pierda; mas no porque Yo os prepare el camino, penséis que esté sembrado de rosas, no, en él encontraréis espinas y pruebas.
06-167.54 Yo os digo, que el que quiera seguirme o el que quiera encontrarme, debe preferir el camino del sacrificio y de las renunciaciones al de los insanos placeres y de las bajas pasiones, porque en aquel camino podréis encontrar los goces que os proporcionan mi fortaleza y mi estímulo, y en el segundo, tropezar muy dolorosamente. Mi huella divina, mi huella de amor, la encontraréis siempre en la senda de la lucha, del sacrificio, de la caridad y de la humildad.
06-167.55 Los hombres son como niños que no meditan en la consecuencia de sus actos y es por eso que no llegan a comprender que un tropiezo que encuentren en su camino, sólo es un obstáculo que puso el Maestro para detener su insensata carrera o para evitarles tomar una mala determinación.
06-167.56 Quiero que ya os comportéis como mayores, que meditéis vuestras obras, vuestros actos, que penséis vuestras palabras. Esta es la forma de aplicar la prudencia y la justicia a vuestra vida. Además, debéis reflexionar que la vida es una inmensa y constante prueba para el espíritu.
06-167.57 En mi camino nadie sucumbe y aunque hay ocasiones en que el hombre cae doblegado por el peso de la cruz, una fuerza superior le levanta y da ánimos, esa fuerza proviene de la fe.
06-167.58 Discípulos benditos: en verdad os digo que si el pueblo practicara mi enseñanza, ya la buena nueva de mi palabra hubiera llegado a muchos corazones. Con el ejemplo de las obras de vuestra vida estaríais dando el más grande de los testimonios acerca de la verdad de mi Doctrina.
06-167.59 Que ninguno crea que los presentes están destinados a hacerlo todo; no, pueblo, cada generación está encargada del desempeño de una parte de mi Obra.
06-167.60 Haced de vuestro corazón un vaso y dejad que llegado el momento se desborde en el corazón de vuestros hermanos; pero no forméis obstáculos que retarden o impidan el avance de mi Doctrina, porque con gran dolor de la materia o del espíritu, tendríais que destruirlos.
06-167.61 Haced sentir a vuestros hermanos, todo lo que de saludable y de bueno encierra mi Obra; os digo que todo aquel a quien hagáis sentir el efluvio divino que de ella emana, ése bendecirá mi palabra.
06-167.62 Lo que he hecho con vosotros, os concederé que lo hagáis con vuestros hermanos, porque si mi palabra fue la que obró el milagro, esa palabra la lleváis en vuestro corazón y es la misma que debéis transmitir a vuestros hermanos.
06-167.63 Si Yo os sané del espíritu y del cuerpo, si os devolví la paz o hice que naciera en vuestro corazón la fe y os saqué del abismo, eso mismo debéis hacer con todos los necesitados; más debo advertiros que para que mi palabra obre esos milagros, es indispensable que primero la sintáis en vuestro corazón, como vuestro Padre la siente cuando os la entrega.
06-167.64 Si queréis conocer la virtud y el poder de mi palabra, ponedla en práctica y muchas veces os maravillaréis, mas si la guardáis en vuestro corazón sólo para recreo de vosotros mismos, seréis como el rico avaro, que no sabe lo que tiene, ni el valor de lo que posee, porque su tesoro es un caudal muerto.
06-167.65 Aprended a pescar corazones en las tempestades de esta vida, a sanar enfermos y a conducir espíritus. Preparáos espiritualmente y en ello llegaréis a encontrar una fuerza, que os permitirá atravesar las pruebas con serenidad y confianza. Esa espiritualidad se reflejará en vuestra vida material y será sustento, bálsamo y antorcha que ilumine vuestro camino.
06-167.66 Llegará a escasear el pan en la mesa de vuestro hogar, sin que vuestro cuerpo experimente el hambre, ni llegue a debilitarse en sus energías. Llegarán días de dolor y desolación, en que las epidemias asolen las ciudades y ahí, en donde no hubiera un doctor, ni se contara con medicamentos, se manifestará mi bálsamo invisible, el cual descenderá en el instante de la oración de mis hijos; mas debéis hacer méritos antes de que los días de desolación se acerquen, para que entonces, en lugar de que os ocupéis en vuestro propio dolor, vayáis a calmar el de vuestros hermanos.
06-167.67 Encended lámparas de fe en el corazón de vuestros hermanos, enseñadles a pronunciar con todo respeto mi nombre, a venerar mi Doctrina y a orar con el espíritu. Recordad que no sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que viene del Señor.
¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!

No hay comentarios: