De muchos corazones se eleva hacia Dios esta
pregunta: Señor, ¿El dolor que aflige a este mundo, se prolongará por siempre?
A lo cual el Maestro les contesta: no, mis hijos muy amados, vuestro dolor
desaparecerá cuando lleguéis a encontrar el verdadero amor.
Aunque mucho se habla de amor en la Tierra, en
realidad no existe entre vosotros. Hay quienes lo fingen, otros lo confunden
con un sentimiento egoísta y otros con una baja pasión. Reina la falsedad en el
corazón humano, impera la mentira, se finge amor, amistad, caridad. La mala
hierba ha crecido y se ha extendido por doquiera y sólo el fuego del dolor será
el que llegue a exterminarla.
Ese fuego lo encenderán los hombres con sus
guerras de ideas, credos, filosofías y ciencias; es la guerra que se está
aproximando a grandes pasos. Ahí, en ese fuego que será encendido por sus
propias ambiciones, pasiones y odios, encontrarán su purificación. Así lo han
querido, así lo han exigido.
¿Cómo va a ser posible que los hombres se amen
como hermanos, si no han llegado a limpiar su corazón? Es menester una gran
prueba en el mundo para que de ella salgan limpios, porque el dolor purifica.
También os digo: los hombres deben creer en los hombres, tener fe y confianza unos en otros, porque debéis convenceros de que en la Tierra todos necesitáis de todos.
No creáis que me halaga cuando decís que tenéis
fe en Mí y sé que dudáis de todo el mundo, porque lo que Yo espero de vosotros
es que me améis a través del amor que prodiguéis a vuestros semejantes,
perdonando a los que os ofenden, impartiendo caridad al más pobre, pequeño o
débil, amando a vuestros hermanos sin distinción y poniendo en todas vuestras
obras el mayor desinterés y verdad.
Aprended de Mí que jamás he dudado de vosotros,
que tengo fe en vuestra salvación y confianza en que os levantaréis para
alcanzar la verdadera vida.
Aunque en el exterior haya mucha falsedad en las
obras de los hombres, no hay uno en cuyo interior no exista una parte de
verdad. Esa parte es la chispa de la luz espiritual que lleva en sí, es mi
presencia divina, destello que interiormente lo va iluminando. Yo haré que esa
luz que es mía, brille en cada corazón y que su reflejo se manifieste en cada
una de vuestras obras.
Quiero que viváis en la verdad, y para ello es
preciso que muera todo el mal. Los que estéis conscientes de la hora que se
avecina, velad y orad desde hoy, anunciad como profetas a vuestros hermanos esa
batalla, para que se preparen y no desesperen en los instantes de amargura
durante la lucha que se avecina.
Estad convencidos de que todas las tierras
fructificarán cuando estén preparadas, mi semilla está pronta a descender sobre
ellas. Cada ser humano será una planta que florezca y dé frutos de amor,
cumpliendo así con el destino de todo lo creado.
En el reino vegetal existen plantas parásitas,
inútiles; no imitéis su ejemplo.
¿Sabéis por qué el Padre espera de vosotros
únicamente frutos de amor? Porque la semilla de vida que puse en cada criatura,
la Simiente original, fue el amor.
Si a veces, como sucede en las plantas, os
habéis secado aparentemente, si os habéis marchitado por momentos o habéis
sentido la angustia de la sed, no es porque el agua de mi gracia os haya
faltado. Mi fuente de amor se ha desbordado eternamente sobre todo espíritu y
sobre todo corazón cual riego de vida. Pero estas plantas humanas, dotadas de
espíritu, poseen libre albedrío y a causa del mal uso de ese precioso don, se
alejan de aquella gracia divina, que es lo único que puede salvar y fortalecer
el espíritu. ¡Cuán distintos sois de las plantas de la Tierra que siempre
sumisas en su sitio, reciben cuanto venga de la caridad de Dios!
Todos creéis haber amado en vuestra vida, y Yo
os digo: Ha habido quienes han amado verdaderamente, mientras que otros,
confunden las pasiones y el egoísmo con el amor.
La lección perfecta os di a través de Jesús.
Analizad mi paso por el mundo en cuanto hombre desde el nacimiento hasta la
muerte y tendréis explicado el amor en forma viva y perfecta.
Yo no vengo a pediros que seáis iguales a
Jesús, porque en El hubo algo que vosotros no podéis alcanzar; Ser perfecto en
cuanto hombre; ya que quien estuvo en El fué el mismo Dios en forma limitada,
pero si os digo que debéis imitarle.
06-167.17 Mi Ley eterna os ha hablado siempre de ese
amor. Os dije en los primeros tiempos: "Amarás a Dios de todo corazón y
espíritu", "amarás a tu prójimo como a tí mismo".
06-167.18 Más tarde os di estas inspiraciones: "Amad
a vuestros hermanos como el Padre os ha amado", "amaos los unos a los
otros".
06-167.19 En este tiempo os he revelado que améis a Dios
antes que a todo lo creado, que améis a Dios en todo lo existente y a lo
existente en Dios; que practiquéis caridad y más caridad con vuestros hermanos
para que veáis al Padre en todo su esplendor, porque la caridad es amor.
06-167.20 Nunca como ahora ha estado el hombre en
condiciones de amarse a través de un culto espiritual, libre de impurezas. Los
tiempos paganos y del gentilismo han quedado distantes; la idolatría, que ha
estado presente en todos los cultos y en todos los tiempos, ha fatigado con su
materialismo y su falso esplendor a los espíritus.
06-167.21 Están próximas las generaciones que hagan
surgir el culto espiritual a mi Divinidad por todos los puntos de la Tierra, y
cuando ese culto llegue a establecer un reino de paz y de luz entre la
humanidad, el fanatismo religioso desaparecerá de los hombres, porque en la
espiritualidad no tienen cabida las pasiones ni la ignorancia.
06-167.22 No porque miréis extenso el camino os detengáis
pensando que nunca llegaréis al final; seguid adelante, porque un instante que
perdáis lo llorará más tarde vuestro espíritu. ¿Quién os ha dicho que en este
mundo está la meta? ¿Quién os ha enseñado que la muerte es el fín y que en ese
momento podréis alcanzar mi Reino?
06-167.23 La muerte es como un breve sueño, después del
cual, ya reparadas las fuerzas, despertará el espíritu bajo la caricia de mi
luz, como a un nuevo día que empieza para él.
06-167.24 La muerte es la llave que os abre las puertas
de la prisión en que os encontráis al estar adheridos a la materia y es, al
mismo tiempo, la llave que os abre las puertas de la eternidad.
06-167.25 Este planeta, convertido por las imperfecciones
humanas en valle de expiación, ha sido cautiverio y destierro para el espíritu.
06-167.26 En verdad os digo, que la vida en la Tierra es
un grado más en la escala de la vida ¿Por qué no lo entendéis así, para que
aprovechéis todas sus lecciones? Es la razón por la que muchos tienen que
volver a ella, una y otra vez: porque no comprendieron ni sacaron utilidad de
su vida anterior.
06-167.27 En los hombres del mañana habrá tanta
espiritualidad y comprensión de la evolución que debe alcanzar su espíritu, que
cuando penetren en la agonía y se hallen a un paso de la muerte, consideren
ellos y quienes les acompañen en aquella hora, aquel momento como el más
hermoso de toda su existencia, aquel que debe ser como la culminación de una
vida fecunda y provechosa y puedan decir como su Maestro en la cruz: "Todo
está consumado"...
06-167.28 Vengo a hablaros, en tono paternal y con
lenguaje sencillo. Llena de misterios esperabais mi nueva manifestación en este
tiempo, y grande ha sido vuestra sorpresa al contemplar la sencillez de mis
lecciones y la humildad en la forma de hablaros.
06-167.29 Elías llegó como un rayo de luz en medio de una
tormenta, seguido de sus huestes invisibles, de sus grandes legiones de espíritus
de luz, que lo siguen como las ovejas siguen al pastor; camina abriendo paso a
las multitudes, derribando a diestra y siniestra las zarzas y espinas para
abrir brecha a los que vienen tras él y uniendo a los espíritus que reconocen
en su voz la del Pastor que en este tiempo ha de conducirles hasta Mí.
06-167.30 ¿No recordáis que fue una oveja de Elías la que
os dio testimonio de mi presencia y os invitó a uniros al rebaño para seguir la
huella del Pastor?
06-167.31 ¡Levantaos, humanidad, encontrad el camino,
encontrad la razón de la vida! ¡Uníos pueblos con pueblos, amaos todos! ¡Cuán
delgado es el muro que divide un hogar de otro, y sin embargo, cuán distantes
se hallan sus moradores unos de otros! Y en las fronteras de vuestros pueblos,
¡Cuántas condiciones para que dejéis pasar el extranjero! Y si esto hacéis
entre humanos ¿Qué habéis hecho con los que se hallan en otra vida? Poner entre
ellos y vosotros, cuando no el velo de vuestro olvido, el de vuestra ignorancia
que es como densa tiniebla.
06-167.32 Cuando contemplo a los moradores de este mundo,
veo que todos los pueblos conocen mi nombre, que millones de hombres pronuncian
mis palabras y sin embargo de ello, de cierto os digo que no veo amor de los
unos a los otros.
06-167.33 Todo cuanto os enseño en este tiempo, y cuanto
acontece en el mundo, es la explicación y el cumplimiento de la revelación que
por conducto de mi apóstol Juan, hice a la humanidad, cuando habitando mi
discípulo en la Isla de Patmos le llevé en espíritu a las alturas, al plano
divino, a lo insondable, para mostrarle por medio de símbolos el principio y el
final, el Alfa y la Omega y vió los acontecimientos que fueron, los que eran y
los que habrían de ser.
06-167.34 Nada comprendió por el momento, mas mi voz le
dijo: "Lo que vieres y oyeres, escríbelo" y él escribió. Juan tuvo
discípulos los cuales le buscaban en su retiro cruzando en barcas la mar.
Ávidamente aquellos hombres preguntaban al que fue discípulo de Jesús, cómo
había sido el Maestro, cómo era su palabra y sus milagros, y Juan, imitando en
amor y en sabiduría a su Señor, les maravillaba con su palabra. Pero cuando
llegó la ancianidad, ya agobiado aquel cuerpo por el tiempo, aún tenía fuerzas
para dar testimonio de su Maestro y decir a sus discípulos: "Amaos los unos
a los otros". Los que le buscaban, viendo que el día de la partida de Juan
se aproximaba, y queriendo poseer toda la sabiduría que aquel apóstol
atesoraba, le pedían les revelara cuanto de su Maestro había aprendido, y por
toda respuesta escuchaban siempre aquella frase: "Amaos los unos a los
otros".
06-167.35 Los que con tanto afán e interés preguntaban,
se sentían defraudados y pensaban que la vejez había borrado de su memoria las
palabras de Cristo.
06-167.36 Yo os digo, que de Juan no se había borrado una
sola de mis palabras; sino que de todas mis lecciones brotaba como una sola
esencia aquella que condensa toda la Ley: el amor de los unos a los otros.
06-167.37 ¿Cómo podría borrarse de aquel discípulo tan
amado, la lección del Maestro a quién tanto amó?
06-167.38 ¿Acaso sabéis, discípulos de este tiempo, si
llegado el año de 1950, último de mi comunicación, también os diga por toda
lección: "amaos los unos a los otros"? Todo a vuestro paso os habla
de estas lecciones: El árbol, extendiendo su follaje para daros sombra; la flor
deshojándose después de que aspiráis su perfume y convirtiendo su sacrificio en
deleite vuestro.
06-167.39 Ese es el camino, por eso os he dicho que améis
a Dios en todo lo creado y a toda la creación en Dios, porque en todo estoy
presente y en todo os hablo.
06-167.40 Miro enfermos a todos los hombres, ya sea del
cuerpo o del espíritu. Hombres en cuyo interior sólo se escucha el constante
llamado de la conciencia, buscadme como fuente de salud, porque Yo poseo el
bálsamo que sana todos los males. Mas para que Yo manifieste mi poder entre
vosotros, es menester que me presentéis vuestro corazón limpio de manchas.
06-167.41 Deseáis que Yo derrame mi poder y mis prodigios
a vuestro paso, y estoy dispuesto a concedéroslo. El arcano de vuestro Padre
sólo espera vuestra preparación para desbordarse en salud, fortaleza y luz.
06-167.42 Hoy mi palabra os cultiva, ella es simiente y
es riego a la vez, y mañana, cuando el tiempo sea propicio, vendré a recoger la
cosecha de amor, el trigo dorado de mis campiñas.
06-167.43 ¿Os preguntáis por qué siempre estoy
corrigiendo vuestras faltas e imperfecciones? Es que vengo a cortar la cizaña y
la ortiga que han crecido en vuestro corazón y han ahogado vuestros buenos
sentimientos.
06-167.44 Este tiempo es de purificación, no sólo los
seres humanos deberán lavar sus manchas en las aguas cristalinas de mi
justicia, también los espíritus están sujetos a esta depuración.
06-167.45 Cuando los hombres se encuentren limpios de
toda mancha, sentirán que la Tierra se aproxima al Cielo. Esa aproximación será
espiritual y os llenar de paz, de confianza y reconocimiento.
06-167.46 Discípulos: Si en vuestro reposo os ocupáis de
analizar mi palabra, llegaréis a encontrar en su esencia una completa razón y
una justicia infinita. Mi palabra despierta a los hombres a una vida elevada, a
una existencia feliz; mas si a vosotros os fue necesario que os hablase bajo
esta forma para lograr despertaros, ha habido algunos mundos para quienes no ha
sido necesaria la materialización de los espiritual, para despertarlos al
cumplimiento de mi Ley.
06-167.47 Los espiritualistas intuitivos, los inspirados,
los soñadores, esos me llevan en su corazón sin haber escuchado la palabra que
vosotros habéis estado recibiendo, tiempo a que se comunican espiritualmente
con su Maestro.
06-167.48 Vosotros los encontraréis en vuestro camino y
os sorprenderéis de sus conocimientos en mi Obra; también ellos, cuando os
encuentren, se regocijarán al confirmar sus ideas y sus obras, al escuchar
vuestro testimonio y vuestras explicaciones; pero que no lleguen a encontrar en
vuestros conceptos, prácticas y culto, o en vuestra vida, algo que niegue la
espiritualidad de mi Doctrina, porque entonces se alejarán de vuestro camino,
con el desengaño en su corazón. Velad y orad, discípulos, para que comprendáis
mi lección y la apliquéis en vuestra vida con la misma pureza con que la habéis
recibido. Entonces será grande el gozo en vuestro corazón, cuando os encontréis
con aquellos a quienes he llamado espiritualistas intuitivos, unos y otros
llegaréis a formar en el mundo un pueblo fuerte, que con su vivir y su amor al
prójimo, lleguéis a enseñar a la humanidad, el verdadero culto a Dios, y les
señaléis también la senda de buena voluntad para vivir en paz en la Tierra.
06-167.49 En la humildad de vuestra oración me decís:
"Señor, si vos sois el Supremo Hacedor, y además nuestro Padre, haced de
nosotros lo que os plazca. Si está en vuestra voluntad que el dolor sea el que
pulimente nuestro corazón, hágase en nosotros lo que haya dispuesto vuestra
voluntad. Si queréis que nos purifiquemos antes de que nos confiéis una misión,
que sea como vos lo hayáis ordenado".
06-167.50 Son pocos los que así me hablan, mas de ellos
me valgo para daros el ejemplo de lo que debe ser vuestra mansedumbre y
sumisión ante los mandatos del Padre. Pero a todos os estoy dando mi enseñanza
para que lleguéis a ser igualmente humildes y obedientes.
06-167.51 A veces os parecerá mi palabra llena de
justicia y tocará la sensibilidad de quienes la escuchan, mas siempre la
encontraréis impregnada de una esencia divina, de una gran ternura y caridad
infinita, que harán que siempre sea escuchada con deleite y con interés.
06-167.52 Si mi palabra llegara a abrumaros, no la
podríais analizar y Yo quiero que meditéis en las divinas lecciones que os
enseño, porque el que analiza, se inspira, y el que se inspira en el amor
divino, ese ya es mi discípulo.
06-167.53 Oh discípulos espiritualistas, no temáis al
cumplimiento de vuestra misión porque no es difícil de cumplir. Con sabiduría
os guío por el camino para que no tropecéis, para que ninguno se pierda; mas no
porque Yo os prepare el camino, penséis que esté sembrado de rosas, no, en él
encontraréis espinas y pruebas.
06-167.54 Yo os digo, que el que quiera seguirme o el que
quiera encontrarme, debe preferir el camino del sacrificio y de las
renunciaciones al de los insanos placeres y de las bajas pasiones, porque en
aquel camino podréis encontrar los goces que os proporcionan mi fortaleza y mi
estímulo, y en el segundo, tropezar muy dolorosamente. Mi huella divina, mi
huella de amor, la encontraréis siempre en la senda de la lucha, del
sacrificio, de la caridad y de la humildad.
06-167.55 Los hombres son como niños que no meditan en la
consecuencia de sus actos y es por eso que no llegan a comprender que un
tropiezo que encuentren en su camino, sólo es un obstáculo que puso el Maestro
para detener su insensata carrera o para evitarles tomar una mala
determinación.
06-167.56 Quiero que ya os comportéis como mayores, que
meditéis vuestras obras, vuestros actos, que penséis vuestras palabras. Esta es
la forma de aplicar la prudencia y la justicia a vuestra vida. Además, debéis
reflexionar que la vida es una inmensa y constante prueba para el espíritu.
06-167.57 En mi camino nadie sucumbe y aunque hay
ocasiones en que el hombre cae doblegado por el peso de la cruz, una fuerza
superior le levanta y da ánimos, esa fuerza proviene de la fe.
06-167.58 Discípulos benditos: en verdad os digo que si
el pueblo practicara mi enseñanza, ya la buena nueva de mi palabra hubiera
llegado a muchos corazones. Con el ejemplo de las obras de vuestra vida
estaríais dando el más grande de los testimonios acerca de la verdad de mi
Doctrina.
06-167.59 Que ninguno crea que los presentes están
destinados a hacerlo todo; no, pueblo, cada generación está encargada del
desempeño de una parte de mi Obra.
06-167.60 Haced de vuestro corazón un vaso y dejad que
llegado el momento se desborde en el corazón de vuestros hermanos; pero no
forméis obstáculos que retarden o impidan el avance de mi Doctrina, porque con
gran dolor de la materia o del espíritu, tendríais que destruirlos.
06-167.61 Haced sentir a vuestros hermanos, todo lo que
de saludable y de bueno encierra mi Obra; os digo que todo aquel a quien hagáis
sentir el efluvio divino que de ella emana, ése bendecirá mi palabra.
06-167.62 Lo que he hecho con vosotros, os concederé que
lo hagáis con vuestros hermanos, porque si mi palabra fue la que obró el
milagro, esa palabra la lleváis en vuestro corazón y es la misma que debéis
transmitir a vuestros hermanos.
06-167.63 Si Yo os sané del espíritu y del cuerpo, si os
devolví la paz o hice que naciera en vuestro corazón la fe y os saqué del
abismo, eso mismo debéis hacer con todos los necesitados; más debo advertiros
que para que mi palabra obre esos milagros, es indispensable que primero la
sintáis en vuestro corazón, como vuestro Padre la siente cuando os la entrega.
06-167.64 Si queréis conocer la virtud y el poder de mi
palabra, ponedla en práctica y muchas veces os maravillaréis, mas si la
guardáis en vuestro corazón sólo para recreo de vosotros mismos, seréis como el
rico avaro, que no sabe lo que tiene, ni el valor de lo que posee, porque su
tesoro es un caudal muerto.
06-167.65 Aprended a pescar corazones en las tempestades
de esta vida, a sanar enfermos y a conducir espíritus. Preparáos
espiritualmente y en ello llegaréis a encontrar una fuerza, que os permitirá
atravesar las pruebas con serenidad y confianza. Esa espiritualidad se reflejará
en vuestra vida material y será sustento, bálsamo y antorcha que ilumine
vuestro camino.
06-167.66 Llegará a escasear el pan en la mesa de vuestro
hogar, sin que vuestro cuerpo experimente el hambre, ni llegue a debilitarse en
sus energías. Llegarán días de dolor y desolación, en que las epidemias asolen
las ciudades y ahí, en donde no hubiera un doctor, ni se contara con
medicamentos, se manifestará mi bálsamo invisible, el cual descenderá en el
instante de la oración de mis hijos; mas debéis hacer méritos antes de que los
días de desolación se acerquen, para que entonces, en lugar de que os ocupéis
en vuestro propio dolor, vayáis a calmar el de vuestros hermanos.
06-167.67 Encended lámparas de fe en el corazón de
vuestros hermanos, enseñadles a pronunciar con todo respeto mi nombre, a
venerar mi Doctrina y a orar con el espíritu. Recordad que no sólo de pan vive
el hombre, sino también de toda palabra que viene del Señor.
¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!
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