¿Qué podréis pedir al que os ha creado que El no es conceda, siempre que lo que
pidáis sea para bien de vuestro cuerpo o de vuestro espíritu? Mas debéis
aprender a ser conformes con nú voluntad. Estáis en un tiempo de restitución en
el cual no debéis ser inconformes con vuestras pruebas.
Amad, que vuestro amor os ayudará a restituir. Destruid con vuestra caridad
todo egoísmo.
La tierra que pisáis es pasajera, vuestro viaje aquí es corto, después
penetraréis en la vida eterna. Sin embargo, Yo quiero que desde este valle de
lágrimas conozcáis el camino trazado en los preceptos de mi Ley.
No debilitéis en la fe, ni en la esperanza; tened siempre presente que el fin
de esta jornada llegará; no olvidéis que en Mí habéis tenido vuestro principio
y que el fin lo tendréis también en Mí, y ese fin es la eternidad porque no
existe la muerte del espíritu.
Tened como ideal la eternidad y no desfallezcáis en las vicisitudes. ¿Acaso
sabéis si ésta sea vuestra última encarnación en la Tierra? ¿Quién podría
deciros que en ese cuerpo que hoy tenéis estáis saldando todas vuestras deudas
contraídas con mi justicia? Por eso os digo: aprovechad el tiempo, pero no
vayáis de prisa. Si con fe Y conformidad aceptáis vuestros sufrimientos y con
paciencia apuráis el cáliz, en verdad os digo: vuestros méritos no serán
estériles.
Haced que el espíritu camine siempre adelante para que no dejéis nunca de
perfeccionaros.
Yo soy quien pone las pruebas en vuestro paso para detener a vuestro espíritu,
cuando se aparta del camino de mi Ley para vivir sujeto tan sólo a su libre
albedrío. Examinad el fondo de las pruebas, Yo os lo permito, para que
comprobéis que cada vina de ellas es como un cincel que va puliendo vuestro
corazón. Esa es una de las razones por la cual el dolor os acerca a Mí.
Mas el hombre ha buscado siempre los placeres, ha ido tras el poder y la
grandeza para enseñorearse en la Tierra y ser rey de sus propios hermanos. Si
Yo os he creado con el mismo amor a todos, ¿Porqué ha habido siempre quienes
pretenden ser superiores? ¿Por qué ha habido quienes conduzcan a la humanidad
bajo la humillación y el látigo? ¿Por qué hay quien repudia al humilde y no se
conmueve su corazón por llevar el dolor a sus semejantes? Porque esos son
espíritus que no me han reconocido aún como al Padre que ama a todas sus
criaturas y como al único dueño de todas las existencias. He ahí por qué
existen hombres que usurpan y desconocen los derechos sagrados del hombre.
Ellos me sirven de instrumento para mi justicia y, creyendo ser señores y
reyes, sólo son siervos. Perdonadles.
Este es el Tercer Tiempo en el cual he venido a enseñaros la lección que deberá
unir a la humanidad espiritualmente; porque es mi voluntad que no sean ya un
obstáculo para su unificación los idiomas, las razas, las distintas ideologías.
La esencia con que formé a un espíritu, es la misma que todos poseen y las
substancias que componen la sangre que corre por las venas de los hombres, son
las mismas en todos. Por lo tanto todos son iguales y dignos de Mí y por todos
he venido nuevamente.
He venido porque he contemplado pobre de virtudes a vuestro espíritu y lo he
venido a enriquecer. Mas no me pidáis las riquezas de la Tierra, porque ellas
os las heredé desde un principio, pedidme y buscad la purificación del espíritu
que no poseéis aún. Ved que mi Ley todavía está sin cumplinúento.
Han pasado los siglos y las eras y la humanidad no tiene un verdadero despertar
a la vida de la luz y de la verdad, por eso cada vez que dejáis una envoltura
tornáis al valle espirítual desnudos y menesterosos, habrientos y sedientos. No
surge todavía del corazón del hombre, una fe y una voluntad tan grandes que los
haga estar dispuestos a seguirme por el camino marcado por vuestro Padre con
huellas de sangre y amor.
Y
ahí tenéis el dolor en toda su fuerza, agobiando a la humanidad, habiéndole
reconocer que está fuera del camino, invitándola a buscar al Padre, como hizo
el hijo pródigo en mi divina parábola. ¿Qué importa que lleguéis ante mi
puerta desnudos o harapientos, llorosos y avergonzados, si lo que Yo quiero es
que me busquéis, que llaméis a mi puerta, que os acordéis de Mí? Mis brazos
amorosos se abrirían entonces llenos de perdón y caridad para estrecharos, para
devolvemos la heredad perdida y malgastada, para sentaros a mi mesa a saborear
el manjar y el fruto de la vida eterna.
Dejad que mi amor penetre en vuestro corazón y que él os consuele y os sane,
dejad que os salve nuevamente; dejad que os liberte, rompiendo las cadenas que
os atan a las pasiones, a la miseria y a la ignorancia. Quiero que sea el Reino
de los Cielos el que venga al corazón de los hombres y que no sean vuestras
pasiones las que establezcan su reino en este mundo.
Discípulos: comprended que Yo os envié al mundo para que amáseis a vuestros
hermanos, derramando vuestra caridad, orando por ellos, viviendo para ellos;
pero no esperés que os devuelvan amor por amor, antes bien fortaleceos para
resistir la dureza del corazón humano, las ingratitudes, el egoísmo. Preparaos
para la calumnia y la traición, pero no os amedrentéis por ello y de antemano
perdonadlos con todo vuestro corazón.
Cuando os sintáis solos, cuando necesitéis amor, cuando no haya en la Tierra
una voz amiga que os consuele ni alguien que comparta su pan con vosotros,
buscadme; buscad a Aquel que ama aunque no sea amado, Aquel que en verdad
perdona, sana y consuela a todos los pecadores.
No todos serán ingratos e insensibles a vuestro paso, a veces seréis
estimulados por la comprensión, la caridad y la bondad de vuestros hermanos.
Quiero que en vuestra humildad seáis confonnes y en vuestra pobreza encontraréis
mis bendiciones. Mientras el mundo camina menesteroso de mi paz, tropezando y
cayendo en medio de su ciencia y su falso esplendor, vosotros los pobres
poseéis el tesoro de la paz. ¿Por qué no extendéis esta paz sobre la humanidad
con vuestras oraciones, obras y palabras como un manto de amor y caridad?
Todos poseéis los dones del espíritu, que están comenzando su desarrollo en
este Tercer Tiempo por la evolución que han alcanzado los espíritus. La
intuición, la videncia, la revelación, la profecía, la inspiración, se están
manifestando en forma clara entre la humanidad y es ello el anuncio de un nuevo
tiempo, es la luz del libro de los Siete Sellos, abierto en este tiempo en su
sexto capítulo. Mas vosotros que sabéis porqué son estas manifestaciones y el
tiempo en que vivís, encauzad vuestros dones por el camino del amor; estad
siempre preparados para ofrecer vuestra caridad y estaréis en armonía con mi
Ley y serviréis de ejemplo a vuestros hermanos. Entonces seréis mis discípulos
y como tales seréis reconocidos.
Si sabéis tomar mi Obra con verdadera caridad y amor, ella será en vuestra vida
como una barquilla salvadora, os acogerá como una madre cuando vayáis perdidos
llorando por los caminos de la vida.
Me pedís que mi palabra no cese de escucharse, me pedís que el tiempo de esta
manifestación entre vosotros se alargue, mas os digo: mis leyes son inmutables,
mi voluntad irrevocable. Nada podrá hacer el hombre para variar mi
determinación. Ni lágrimas, ni promesas harán que Yo prolongue este tiempo.
Dicho y escrito está que en el año de 1950 mi palabra dejará de escucharse.
¿Quiénes estarán conmigo entonces? No sabéis lo que Yo prepare tres años antes
de mi partida, mas vosotros debéis estar alerta.
En el Reino del Padre existe un ser lleno de gracia, de dulce ternura y calor.
Es María, vuestra Madre, Ella es siempre con vosotros, aprended a recibirla
dignamente en vuestro corazón. Sentid su amorosa caricia, comprended que para
Ella seréis siempre sus hijos. María os ayudará a llegar a Mí, a vosotros que
estáis enfermos del cuerpo y del espíritu, Yo no os desecharé por vuestra
pobreza. Oid mi palabra porque ella será como bálsamo en vuestras heridas.
¡Cuántos de vosotros os sorprendéis de encontrados en estos instantes
escuchándome con lágrimas de amor, de gozo, de arrepentimiento en vuestros
ojos, cuando, apenas hace unas horas todavía estábais entregados a las pasiones
del mundo!
Os entrego mis lecciones para que las estudiéis con interés y mañana podáis
practicarlas con amor.
Ha tiempo que os vengo dando mi enseñanza y no encuentro entre tantos párvulos
a los discípulos que mañana sean los maestros, mas Yo es seguiré entregando mi
lección hasta despertar en vuestro espíritu el ansia de evolución.
He venido a escoger a los torpes para las ciencias de la Tierra, porque ellos
no lo son para las enseñanzas del espíritu. He escogido al pobre, porque con un
átomo de mi gracia que le dé, se siente enaltecido y honrado, no así el rico
que por mucho que le conceda jamás queda conforme. Mas al pobre que ha sido
engalanado con el conocimiento de los dones que posee, le enseño a
que no reserve su tesoro para sí, sino que comparta de él con sus hermanos. El
espíritu que goza al saber que lleva estos dones, es porque se ha dado cuenta
del valor que ellos tienen.
Quien lucha por conservarse firme en el camino, es porque recuerda todo lo que
ha tenido que sufrir para alcanzar lo que hoy posee. Comprended que quien se
aleja del camino, no es tan ingrato con su Señor, como lo es consigo su amo.
¿No sabéis que el que camina en contra de mi Ley, a si mismo se despoja de sus
virtudes y de sus dones?
Precisamente en este tiempo vengo devolviendo a la humanidad toda su herencia
que había dilapidado; no quedará uno solo sin la luz de mi Espíritu Divino;
antes de 1950, que como os he anunciado será el año de mi partida, ninguno se
sentirá menesteroso, débil, ni ignorante.
Las plantas parásitas florecerán y fructificarán porque soy poder y para Mi
siempre será tiempo de salvar a vuestro espíritu, mas para vosotros cada tiempo
que pase y cada paso que descendáis, tendrá que hacer más doloroso vuestro
retorno al camino.
Hoy he venido a apartamos de las grandes perversidades, para que en un sendero
de paz pudieseis escucharme, meditar y analizar la lección que os entrego.
Aprended que la sed del espíritu, sólo la calma el agua pura y cristalina, para
que nunca toméis aguas turbias y contaminadas.
Si en el mundo habéis tenido siempre quien os sirva y habéis sabido de honores,
en este camino, no tendréis siervos, ni vanagloria; seréis mis siervos
sirviendo a vuestros hermanos.
Os dejé llegar a la cumbre que anhelabais y cuando en ella estuvisteis, oísteis
la voz del Señor que os decía: Ya disteis mucho tiempo vuestro tributo al
César, ahora dadme lo que es mío; ya gozasteis mucho con las satisfacciones del
mundo y ya es tiempo de que preparéis vuestro viaje a la eternidad, porque nadie
sabe si ha de volver o no a este, mundo.
Yo os digo. benditos seáis por haber ensalzado el nombre de María, quien llena
de amor os ha preparado para recibir mi lección y me mostráis vuestro regocijo
y ahinco por seguir adelante. Mi anhelo es contemplaros a salvo, y hay dolor en
mi Espíritu porque son pocos los que me siguen y muchos los que no han oído mi
palabra, y su espíritu permanece aún indiferente y sordo a mis inspiraciones.
Yo doy vida y alimento a todos los seres y velo por tu bienestar, mientras que
vosotros no habéis aún comprendido que vuestro destino es amar y servir. Por
eso os he hablado en muchas formas y mis lecciones se repetirán hasta que
convencidos de vuestros errores obedezcáis las leyes que han sido dadas desde el
principio de los tiempos.
Os doy una oportunidad más para que hagáis obras de misericordia, para que
multipliquéis vuestra cosecha y la almacenéis en mi granero en donde no se
pierden sino que aumentan vuestros méritos. Presentadme a los que hayáis
convertido de mala a buena semilla, a los tristes que hayáis consolado a los
que hayais hecho salir de las tinieblas del vicio para ponerlos en lugar
seguro. Eso es lo que os pido. No olvidéis vuetros deberes espirituales para
con los que aún se encuentran materializados; recordad que os he dicho que, no
os preocupeis por el día de mañana, todo está previsto y concedido por Mí, Sólo
debéis confiar en vuestro trabajo que siempre será bendecido por el Padre. No
os quiero sólo espirituales,os he dado dos leyes a las que debéis atender, la
una rige al espíritu y os inspira sentimientos y pensamientos elevados;
la otra os mantiene en armonía con la Naturaleza material y ambas os
identifican conmigo en su armonía perfecta.
Unificaos en un solo pensamiento y confiad en Mí; Yo os he amado desde antes de
enviaros al mundo y doquiera que os habéis encontrado, os he protegido. He sido
incansable en mi afán de prepararos. ¿ Quiénes serán los que se ocupen de mi
Obra y vean el principio de la restitución en este mundo? En verdad os digo:
serán los hijos de vuestros hijos los que hablarán de lo que vosotros habéis
visto y oído de Mí; mas si vosotros lográis una gran preparación y alcanzáis
grandes mirajes que señalen el futuro para la humanidad, cuán dichos seréis,
porque podréis manifestar cuán grandes son los dones que os concede el amor de
Dios.
Cuando todos mis hijos sepan que me he manífestado una vez más, cuando mi
palabra sea analizada y se dé cumplimiento a mis mandatos, la luz del Sexto Sello
estará iluminando a toda criatura y todos estaréis despiertos. En ese tiempo
cesará la confusión y la maldad, terminarán las guerras, y la vida del hombre
estará envuelta en mi amor y en mi gracia. En los corazones latirá tan sólo el
amor, la misericordia y el perdón. la intuición será un don de todos y la
conciencia hablará con toda claridad y su voz será escuchada y obedecida
Confiad en Mí, para que podáis hacer obras espirituales, porque si no tenéis
fe, no podréis sanar y os sentiréis pequeños y menesterosos teniendo mi
potestad, mas también os digo cuando vayáis a socorrer a vuestros hermanos, no
los humilléis, no erijáis tronos ni busquéis vasallos, sed humildes, amadlos y
trabajad con abnegación entre la porción que os corresponde. lo que hiciereis con vuestros hermanos lo habréis hecho con vosotros mismos. Pensad cómo seréis
juzgados si hacéis obras opuestas a mi Ley diciendo que sois mis discípulos.
Yo recibo vuestra cosecha en este mundo, en el que habéis luchado y sufrido por
mi causa. Un corazón me dice mi siembra es pequeña; pero voy a aumentarla
porque me conmueve tu amor y tu paciencia divina.
De vuestra elevación espiritual depende vuestra tranquilidad, Yo tengo más que
daros, que vosotros que pedirme. Cuando os entreguéis al trabajo espiritual, hacedlo con todas las fuerzas de vuestro ser, y cuando vayáis al mundo a labrar
el pan del cuerpo, trabajad con amor para que deis cumplimiento a las leyes que
os rigen.
Si habéis sido buenos hijos y después buenos padres, no temáis ser ante Mí. Si
os habéis visto desobedecidos y no podéis corregir al hijo que ha faltado y
lleváis por esta causa una herida profunda en vuestro corazón, recordad que Yo
he recibido mil y mil veces la ingratitud y el desconocimiento de mis hijos, y entonces imitadme. Sólo Yo juzgo las obras de todos los seres. "Los
padres me responderán de sus hijos y éstos, de sus padres. Os he inspirado la
virtud para que seáis los cimientos de un mundo sano y fuerte para que cuando
os pregunte por los seres que envié al seno de vuestro hogar, los presentéis
como fragantes rosas y frescos lirios en el jardín que habéis cultivado.
Mi palabra viene a dar la paz al que la necesita pero no todos la han sabido
recibir; muchos no se conmueven con mi lucha ni sienten mi dolor, por su falta
de amor.
Anhelo ver en vosotros la firmeza de vuestra fe, porque llegará un tiempo de
persecución en que seréis interrogados y juzgados; si estáis preparados, Yo
hablaré por vosotros y me manifestaré en vuestras obras de amor hacia vuestros hermanos.
Sed misericordiosos y alcanzaréis misericordia de vuestros hermanos. Obedeced
mis inspiraciones y rechazad peligros y tentaciones. Los que hoy me rodean no
son justos, pero están en camino de serio y de alcanzar la salvación.
Todo lo que me pidáis con humildad y buen propósito os lo concederé. Todo lo
que, solicitéis en bien de vuestra evolución en nombre de María, os será
concedido. Pedid por todos, porque sois ante Mí un solo hijo a quien amo y a
quien he venido a salvar.
Habéis venido, a morar en la Tíerra por mi voluntad, por eso he venido a
comunicarme con vosotros. Quise escoger corazones duros Para daros Pruebas del
Poder de mi palabra al obtener su regeneración. El cincel de mi amor les ha
pulido, mi bondad les doblegó.
Sus espíritus han Oído mi voz a través de su conciencia Y han hecho que el
hombre reconozca sus faltas; los corazones se han confesado de espíritu a
Espíritu con el padre y han descubierto delante de El muchas faltas desconocidas para ellos mismos.
Cuántos en el silencio de su corazón al estarme escuchando me dicen: Padre, tu
mirada está penetrando en mi interior ¿Qué puedo ocultarte? Muchos lloran al
conocer el dolor que han causado a sus hermanos, a quienes hicieron volver al
Más Allá antes del tiempo fijado para ello.
Se regocija mi Espíritu al veros venir en multitudes, pueblo, y os digo: venid,
venid, que no es tarde para que lleguéis a mis tierras y os convirtáis en
labriegos, ni tampoco para que forméis propósito de enmienda., Cuando hayáis
sentido el calor del aprisco y recobrado vuestras, fuerzas, no seáis ingratos
al Pastor que os rescató, porque no sabéis a qué precio conseguiríais que El
volviese a buscaros.
¿Qué buscáis en los caminos inciertos, si de ellos venís ¿Para qué ir en busca
de nuevas encrucijadas, cuando aún recordáis vuestro dolor en las engañosas
veredas del mundo? Id a los caminos, al volved a ellos, os dice el Maestro
pero hacedlo cuando os sintáis fuertes y que vuestro progreso sea para dar la
mano al caído o para que busquéis al extraviado. Es necesario que tengáis un
conocimiento completo del lugar de donde habéis venido para que comprendáis las
bellezas del camino en que os encontráis.
Si os faltare el conocimiento de estas enseñanzas por no haber dado suficiente
atención a mis lecciones o por escasa meditación, vuestro paso en el sendero
del bien será falso y un leve tropiezo os hará desviaros.
Velad y orad, oíd y meditad, y tendréis fuerzas para llevar a la práctica mis divinas lecciones.
Vais aprendiendo a pedir, a saber amar y a sufrir también. Este es un mundo de
dolores, donde tenéis que aprender a respetar mi voluntad. El amor que
profeséis a vuestro Padre os ayudará a sufrir las pruebas con paciencia y
conformidad.
He querido que desde este mundo conozcáis el sendero que conduce a mi Reino,
por medio de la práctica de los preceptos de mi Ley. Terminad de cumplir
vuestra misión en la Tierra, no desaprovechéis esta ocasión. ¿Quién puede
aseguraros que el Padre os conceda una nueva reencarnación, en la cual podáis
reparar vuestros errores y reponer el tiempo perdido? En mi palabra os he
dicho. "Sed diligentes, mas no vayáis de prisa". Cumplid con lo
espiritual y con lo humano. Fundid todas vuestras potencias y sentidos en una
sola voluntad.
El dolor apurado con paciencia, no es estéril, porque acrecienta la fe, eleva y
purifica, nunca será un obstáculo sino aliciente,en el camino de evolución y
restitución.
Sed humildes de espíritu y entonces tendréis verdadera caridad para vuestros
hermanos, entonces seréis fuertes para resistir las tentaciones del mundo. ¿Por
qué unos sueñan con los deleites de la Tierra, otros van en pos de los caudales
y otros se hacen grandes para humillar a los pequeños? Porque son débiles para
perseverar en el bien y sucumben ante la tentación.
He venido a comunicarme en este punto de la Tierra, y dejaré mi palabra como un
don pará todos los hombres, este don apartará la pobreza espiritual de la
humanidad.
Vengo a llenaros de valor para que rompáis las cadenas que os atan y quedéis
libres pira seguirme. La tentación ha hecho su reinado en la TIerra y ha
esclavizado a los hombres, mas a ellos les será dada potestad para vencer al
pecado, al vicio, a la carne. Los que me vais siguiendo, practicad la caridad
en todas las formas. así habréis amado mas no espereis gratitud de la
humanidad. No recibiréis amor por amor, el mundo no sabrá consolaras y a veces
os traicionará, mas no temáis; cuando tengáis necesidad de consuelo, de amor,
de paz, de bálsamo, buscad a Aquel que con su palabra y su sangre os dio
pruebas de su amor, y en esos trances, ¿Qué podéis pedirme, que Yo no pueda
concederos?
De la paz absoluta y perfecta que vuestro espíritu llegará a gozar en el Más
Allá, vengo a dáros una parte, pero este mundo está menesteroso de esa paz,
carece de fe, Va caminando entre tinieblas, y cayendo en profundos abismos, en
verdad no sabe a donde va, porque no hay una mano que le guíe.
Para eso estoy preparando hombres que entreguen mi palabra por sus labios, para
que ella lleve luz a los entendimientos y paz a los pueblos de la Tierra.
¡Toma de mi amor y mi bendición en Mi nombre que Soy el Padre, el Hijo el Espíritu Santo, la paz de mi Divinidad nunca se aparte de Vosotros!
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